La última jornada de la Liga BBVA ha dejado un desenlace inesperado. El Villarreal que ha jugado la presente edición de la Champions League, ha sido (junto al Sporting) el equipo descendido. La machada de la Liga la ha protagonizado Manolo Jiménez, técnico del Real Zaragoza. El conjunto maño después de estar desahuciado durante buena parte de la Liga -con la famosa rajada de Jiménez en Málaga-, había llegado sorprendentemente al
sprint final del campeonato con vida.
El Zaragoza ha hecho historia. Nunca antes un equipo estando a 12 puntos de la salvación (jornada 25 con el citado partido de Málaga) había logrado mantener la categoría. Se ha hablado mucho de asuntos turbios durante las dos últimas semanas. Se ha dudado por parte del Granada y del Villarreal (una vez consumado su descenso éste último, y tras verse en la pomada cuando se creía salvado en el caso del primero) de la limpieza de los triunfos del Zaragoza.
Lotina aludía a "cosas raras" y el presidente del Granada
Quique Pina insinuaba que los rivales del Zaragoza bajaban su intensidad (por decirlo de manera suave). Uno no sabe si son ciertas las graves acusaciones vertidas o si se trata
de las pataletas del que ha perdido. Mientras no se demuestre lo
contrario, hay que centrarse en lo deportivo. El Zaragoza en las últimas 14 jornadas ha ganado entre otros, a equipos que peleaban por eludir el descenso (Sporting de Gijón, además de los propios Villarreal y Granada), así como a otros que luchaban por plazas europeas (Valencia, Atlético de Madrid y Levante).
