Tenía muchas dudas de si dar o no mi opinión sobre algunos temas espinosos de actualidad -aunque ya voy un poco tarde- relacionados con el fútbol. Y no es para menos. En esta sociedad actual, especialmente a nivel público puesto que en privado las opiniones suelen ser muy diferentes, a quién se salga del pensamiento único en determinados temas puede pasarle factura. Desde insultos en el estercolero antes llamado Twitter si eres un don nadie como yo, hasta ser señalado y sufrir graves represalias si eres un personaje famoso.
El ejemplo más reciente lo tenemos con Alfonso Pérez, exjugador de Real Madrid, Barcelona, selección española y leyenda del Betis. Tras unas controvertidas declaraciones en una entrevista al diario El Mundo, alguien me dijo "Alfonso DEP" aludiendo a que se ha salido del guion establecido y eso tendría consecuencias. Me lo tomé a coña. A los pocos días se anuncia que el estadio del Getafe, Coliseum Alfonso Pérez, dejará de llevar su nombre. En la citada entrevista, Alfonso al ser cuestionado por la situación actual de la selección española femenina vino a contestar que el fútbol femenino nunca se podrá equiparar en repercusión y generación de ingresos al masculino (puso como ejemplo que por el mismo motivo, él tampoco podría haber ganado nunca tanto dinero como Cristiano Ronaldo), y añadió, sin mucho acierto, que las futbolistas independientemente de sus reclamaciones a la federación en cuanto a las condiciones de trabajo debían acudir sí o sí a la llamada de la selección nacional, o en su caso renunciar a ella. Volvió a meterse en un charco al intentar ilustrar la situación citando sin venir a cuento a los futbolistas que no se sienten españoles, entre ellos, Guardiola.
Curiosamente, el comunicado conjunto del Ayuntamiento de Getafe y el Getafe CF justifica el renombramiento del estadio por lo menos polémico de sus declaraciones, es decir, por Alfonso aludir a la merecida distinción salarial en virtud de lo que generan hombres y mujeres, dado que "está tratando al fútbol como un negocio". Por supuesto que el fútbol profesional es un negocio, ¿en qué mundo vive esta gente? ¿Cómo nos pueden tratar como tontos o peor aún, como defendemos como borregos estás posiciones? Independientemente de si se está a favor o en contra de sus opiniones, ¿es proporcionado que un club en colaboración con el ayuntamiento de su ciudad quite el nombre a un estadio por simplemente dar una opinión sin hacer apología de nada? ¿Donde queda la libertad de expresión? ¿Cómo el Getafe puede escudarse en los valores del deporte para tomar esta decisión cuando pocas semanas antes firmó a Mason Greenwood, jugador que salió por la puerta de atrás del Manchester United por estar acusado de violencia de género? Recordemos que el estadio del Nápoles lleva por nombre el de uno de los mejores jugadores de la historia y sin embargo, Diego Armando Maradona nunca fue un ejemplo para la sociedad. Hoy es Alfonso, ayer fue Jorge Vilda. Mañana podrías ser tú.
