
El Real Valladolid ha sido el tercer equipo que ha subido a Primera División tras superar en el playoff a un digno Córdoba y a un combativo Alcorcón. A un gol se quedaron los de
Anquela del ascenso. Como se comentó a lo largo de la
entrada dedicada al Deportivo y al Celta, el equipo de
Miroslav Djukic fue probablemente el que realizó el fútbol más vistoso de la categoría. Por juego merecía subir y por puntaje también. 82 puntos, nueve por encima del cuarto clasificado. Un equipo muy ofensivo donde
Nafti y
Víctor Pérez ponían el orden en la media cancha,
Nauzet Alemán y
Sisi la velocidad y el desborde por las bandas,
Óscar la llegada desde la segunda línea, y
Javi Guerra los goles (además de una buena defensa y portero que han convertido a los blanquivioletas en el equipo menos goleado de la categoría). En el banquillo variantes ofensivas como
Manucho,
Alberto Bueno,
Marquitos o
Jofre, configurando más que un buen equipo, una gran plantilla. El equipo logró el objetivo estando muchos meses sin cobrar, entrando incluso el club en diciembre en
concurso de acreedores. La triste realidad de la vida -y el fútbol no podía ser menos- es esa. Deudas, impagos, etc. Pero emulando al Rayo Vallecano la temporada anterior, la plantilla se olvidó de lo extradeportivo para centrarse en jugar -y muy bien- al fútbol.